Cuando la Levotiroxina excede el límite de tolerancia individual en una crisis sanitaria de la COVID-19

DESCRIPCIÓN DEL CASO: Mujer de 53 años, fumadora, diagnosticada de hipertensión arterial, hipotiroidismo desde hace años y en tratamiento por dolor neuropático desde hace algo más de año. Se encuentra en terapia para ello con Losartan/Hidroclorotiazida 50/12,5 mg (1-0-0), Levotiroxina 125 mcg desde hace 3 meses(1-0-0) y Amitriptilina 10 mg (0-0-1). En la dispensación habitual de su tratamiento nos comenta que desde hace más de dos meses percibe

episodios continuos de palpitaciones y que no ha podido asistir a consulta de su médico. Tras dos medidas de presión arterial separadas dos minutos los valores presión arterial eran 125/95 y 122 puls/min. Derivamos a nuestro servicio de HTA y riesgo vascular. La citamos para hacer un seguimiento de 3 días con dos tomas cada uno de ellos. Los valores se movían en esos mismos rangos tanto por la mañana como por la tarde.

EVALUACIÓN: la frecuencia con la que puede aparecer taquicardia cuando se administra Amitriptilina es frecuente. Por otro lado, se trata de un paciente en tratamiento con levotiroxina, y cuando se excede el límite de tolerancia individual de esta, es posible que aparezcan síntomas clínicos típicos de hipertiroidismo, como son taquicardia y palpitaciones.Existen dos posibilidades, un problema de seguridad no cuantitativo de la Amitriptilina, dado que es frecuente episodios de taquicardia con esta. Y por otro lado se valoró la posibilidad de un problema de seguridad cuantitativa de la Levotiroxina. Descartábamos la primera hipótesis dado que tras más de un año no había presentado ningún episodio con dicha sintomatología. La segunda hipótesis era más probable por la concordancia en el tiempo.

INTERVENCIÓN: derivamos al médico. Tras analítica tiroidea se redujo la dosis de Levotiroxina. Resultado y seguimiento. Tras un mes, la paciente no ha vuelto a tener episodios de palpitaciones.

COMENTARIO FINAL: a pesar de la crisis sanitaria de la COVID-19, que ha trastocado el estilo de vida de nuestros pacientes y el funcionamiento de nuestros centros de salud, la farmacia comunitaria no ha apagado la cruz verde, y ha continuado realizando su Atención Farmacéutica en colaboración con nuestros médicos y enfermeros, sin perder la comunicación con ellos, en aras del bienestar y salud de nuestros pacientes.